Los cuerpos son mapas sensuales. Se dice que tenemos aproximadamente 40 zonas erógenas en nuestros cuerpos, áreas capaces de causarnos y transmitirnos el sentido de placer.

 

Las pezoneras fueron creadas para explorar nuestros cuerpos con mucha curiosidad, empezando por las zonas más eróticas pero quizá poco experimentadas. Estas piezas impulsan el discurso de que los pezones, como otras partes de nuestro cuerpo, son dispuestos de sentir un espectro de sensaciones y placeres que no siempre son tan blanco y negro.

 

Hechas con piedras preciosas como amatista, aventurina, ónix y cuarzo rosa, cada pezonera emita una energía diferente al momento de usarlas. Pueden ir colocadas alrededor de los pezones, o pueden ser usadas como accesorios de lujo. Elegantes cómplices del placer.